Los peligros de la deshidratación son muchos y también mucho más frecuentes de lo que muchos piensan. No solo vale la cantidad sino la calidad igual de importante.
Puede parecer una exageración pero los peligros de la deshidratación han llevado a las autoridades sanitarias de muchos países a considerarlo similar a una epidemia. Una epidemia silenciosa con la que la mayoría de la gente se ha acostumbrado a convivir.
Se calcula que al menos el 75% de la población se encuentra deshidratada de forma crónica. Significa que no beben diariamente el agua suficiente para que su organismo pueda funcionar de forma correcta. Ocho vasos grandes de agua para algunos. Dos litros y medio para otros. Y claro, como no, acompañados de una alimentación que contenga frutas y vegetales en su mayoría compuestos de agua.
Pero muchos hablan de vasos o de litros de agua pero pocos lo hacen de la calidad. Y es que para muchos expertos en nutrición es tan importante la calidad como la cantidad. Es posible que muchas personas estén, en efecto, bebiendo la cantidad de agua suficiente. Pero no agua de la suficiente calidad. En este punto acuérdese de la recomendación más extendida en relación con el agua. Incorpore a su hogar un filtro de agua de calidad y de garantía.
Tan solo un litro de agua al día y de una pobre calidad
Es cierto. Según distintos estudios la mayoría de las personas tan solo llega a consumir un litro de agua diario. En muchos casos esa cantidad contando cafés, tés, refrescos e incluso bebidas alcohólicas. Incluso no es infrecuente encontrar personas que aseguran que pasan días sin apenas beber un simple vaso de agua. Un estudio del Centro de Información para la Nutrición del Centro Médico de Cornell, ponía de manifiesto así lo manifiesta. Un 10% de los estudiados aseguraba no beber agua en absoluto. Es decir, pasaban días sin llegar a beber agua.
Imprescindible un buen filtro de agua
Pero sin el consumo de agua es mucho menos de lo que se recomienda para tener una buena salud si hablamos de calidad las cifras son mucho más preocupantes. Apenas un 1% de las familias en Gran Bretaña asegura filtrar el agua. Y buena parte de esas personas utiliza para ello filtros de muy baja calidad.